La Unesco acaba de advertir que, al ritmo actual, el 90% de los suelos del planeta estarán degradados para 2050 por la degeneración que causan las actividades humanas sobre el terreno y los efectos del cambio climático.
“Supone una seria amenaza para la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la regulación del clima”, recordó la organización al lanzar su alarma durante la Conferencia Internacional del Suelo.
Cuando se alerta sobre la degradación de los suelos se hace referencia a la “pérdida de la capacidad del terreno para producir bienes y servicios”, según lo define la FAO. Esto implica que la fina capa de terreno fértil y que alberga vida –solo abarca entre 5 y 30 centímetros– ve reducida su producción biológica, su integridad ecológica o el valor que aporta a los humanos.
A pesar de que los suelos son esenciales para mantener a los ecosistemas y regular el clima, el 75% ya están degradados, según el Atlas Mundial de la Desertificación –lo que afecta a 3.200 millones de personas–.
“Si la tendencia se mantiene, la proporción llegará al 90% a mitad de siglo”, calculó la Unesco, que acumula seis décadas de estudios sobre los suelos. A pesar de que “juegan un papel crucial en el sostenimiento de la vida sobre la Tierra, todavía se descuidan y se gestionan mal”, subraya la directora general de la organización, Audrey Azoulay.
Fuente: Noticias Ambientales