La mala calidad del aire en los grandes centros urbanos es una de las principales preocupaciones para la salud de millones de personas. Buenos Aires no escapa a esa problemática. Si bien durante buena parte del año registra niveles de contaminación que superan los recomendados por la OMS (Organización Mundial de la Salud), hay meses donde el grado de toxicidad es significativamente más peligroso.
Según el último informe anual de la firma suiza IQAir -que compila mediciones de todo el 2024- el aire en la capital argentina estuvo más contaminado en los meses de mayo, junio y julio. El pico se dio en julio, donde se registró una concentración de 23,2 microgramos por metro cúbico (μg/m³) de partículas PM2.5, es decir casi cinco veces el límite establecido por la OMS (5 μg/m³).
La exposición a PM2.5 contribuye a la aparición y agravamiento de enfermedades respiratorias y afecciones cardiovasculares. En contraste a los niveles de medio año, en noviembre (5 μg/m³) y diciembre (4,5 μg/m³) la calidad del aire en Buenos Aires se ubicó dentro de los parámetros sugeridos como seguros para la salud.
Causas de la contaminación
La principal causa de la contaminación del aire en Buenos Aires es la combustión de los combustibles fósiles ligada principalmente al parque automotor, refirió Pablo Evelson, profesor decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Otros factores que afectan la calidad del aire son los procesos industriales, sistemas de calefacción, incineración de residuos, entre otros.
Cabe mencionar que el estudio evidencia una paulatina mejora respecto a las mediciones de años previos. En 2022 Buenos Aires tuvo un promedio anual de concentración de partículas de 14,2 μg/m³ y en 2023 midió 9,6 μg/m³.
Pese a que el registro porteño de julio fue el más alto del país durante el 2024, en el balance del año Buenos Aires no fue la ciudad argentina más contaminada. Mientras que la capital tuvo un promedio anual de 8,9 μg/m³, Rafaela alcanzó una media de 11,5 μg/m³. La ciudad del norte santafesino tuvo sus picos de concentración de partículas tóxicas entre julio y septiembre.
Otras ciudades argentinas que aparecen en este monitoreo son General Pico (La Pampa) y Mendoza con promedios anuales menores (6,7 y 5,1 μg/m³ respectivamente).
A nivel sudamericano, Rafaela y Buenos Aires ocupan los lugares 125 y 153 de 180 ciudades consideradas en el estudio. Las localidades de la región más comprometidas con la calidad del aire son el distrito Santa María – Ate (Perú) y los territorios chilenos Coyhaique y Pitrufquen, con índices que superan más de 10 veces los límites sugeridos por la OMS.
Fuente: Noticias Ambientales