Unas 150.000 toneladas de neumáticos se desechan por año en Argentina. Para graficar, el número representa unos 7.500 camiones de carga repletos de este residuo que si se los ubica en fila uno tras cubrirían una distancia de 100 kilómetros, casi la distancia de CABA a Chascomús.
Puede parecer poco, pero en realidad grafica la dimensión de un problema de tratamiento que año a año suma toneladas y toneladas de desecho que contaminan, dañan el medio ambiente y afectan a la salud de la población. Consecuencias que los productores parecen no querer asumir.
Se trata de un puñado de poderosas empresas que se reconocen fácilmente. Los miembros de la Cámara de la Industria del Neumático son apenas siete: Bridgestone, Pirelli, Good Year, Michelin, Continental, Prometeon y Titán.
Los neumáticos están producidos de hidrocarburos (85%), hierro y componentes químicos. Si son enterrados, ocupan mucho volumen en los rellenos sanitarios, con un tiempo muy largo de degradación de aproximadamente 600 años.
La Resolución N° 523/2013 de la por entonces Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable relativa al Manejo Sustentable de Neumáticos reconoció que los neumáticos “fuera de uso” y “de desecho” cuando no son gestionados adecuada y sustentablemente representan un relevante impacto de contaminación o daño ambiental y posible afectación a la salud de la población.
Fuente: Futuro Sustentable