Vuelve el frío en gran parte del país, pero no solo afecta a las personas y sus rutinas diarias. Las bajas temperaturas también representan un riesgo considerable para las plantas, que pueden sufrir daños irreversibles si no se toman medidas rápidas y adecuadas.
Ante este panorama, es fundamental actuar a tiempo para evitar que las heladas perjudiquen la salud de las especies vegetales del hogar o del jardín. Aunque la mejor opción siempre es prevenir, existen formas efectivas de asistir a las plantas cuando ya fueron afectadas por el frío extremo.
Cuando la preparación previa falla o no hubo oportunidad de implementar protecciones, algunos métodos sencillos permiten minimizar los daños y aumentar las chances de recuperación de las plantas expuestas a las heladas.
Un recurso inmediato y accesible es el riego controlado. Aplicar agua a las plantas a primera hora de la mañana ayuda a equilibrar la temperatura y a rehidratar sus raíces. Es esencial que el agua utilizada esté a temperatura ambiente, siempre por encima de los cero grados.
Fuente: Noticias Ambientales