En los últimos diez años, las olas de calor, más frecuentes e intensas, han puesto cada vez en más peligro la salud y la supervivencia de los infantes menores de un año y de los adultos mayores de 65 años.
Según el informe ‘Lancet Countdown Latinoamérica’, que rastrea los vínculos entre la salud pública y el cambio climático en Sudamérica gracias a la colaboración entre 21 instituciones académicas y organismos de las Naciones Unidas con investigadores de diversas disciplinas, desde el año 2000, el número estimado de muertes relacionadas con el calor ha aumentado continuamente entre las personas mayores de 65 años en casi todos los países. Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela, son los más afectados.
Ello se explica porque “Brasil y Argentina son países que se están envejeciendo, entonces estamos teniendo una mayor cantidad de personas mayores expuestas al calor extremo” dice al portal DW Yasna Palmeira, de la Pontificia Universidad Católica de Chile y coautora del informe.
“En Colombia y Venezuela, también se observó que la temperatura fue muchísimo más alta, entonces estamos teniendo una combinación de factores climáticos y de factores demográficos que finalmente resultan en un aumento en la mortalidad asociada al calor, particularmente en los mayores de 65 años”, agrega, recordando que “estas olas de calor están siendo más frecuentes, más intensas y más prolongadas, lo que obviamente en su conjunto termina aumentando la mortalidad asociada al calor”.
Pero no solo dichas olas de calor pueden provocar la muerte. Los habitantes de la región también están expuestos a amenazas letales debido al incremento de enfermedades infecciosas como el dengue, tal como ha sucedido en los últimos meses en Brasil, con récords históricos de infecciones. “La idoneidad climática para la transmisión del dengue ha venido subiendo y ahora hay transmisión sostenida en regiones previamente no endémicas. Por ser regiones de reciente emergencia, la población tiene mínima inmunidad y no cuentan con programas de control robustos, requiriendo adaptarse a estos nuevos escenarios”, explica Willy Lescano, experto en dengue de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y coautor del reporte.
Fuente: Noticias Ambientales