Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de combustibles fósiles en la Unión Europea (UE) cayeron en 2023 un 8 % respecto al año anterior y se situaron en el nivel más bajo en seis décadas, según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA).
Se trata de la segunda reducción más amplia registrada, por detrás de la de 2020, que estuvo influida por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
Más de la mitad del descenso de emisiones proviene de un mix eléctrico más limpio, con un aumento de la capacidad eólica y solar, y de un repunte en las energías nuclear e hidráulica.
El resto obedece a las reducciones de emisiones en la industria y el transporte y a un descenso en la demanda, motivado por condiciones meteorológicas favorables.
Según el informe, la UE logró reducir también el año pasado un 25 % las emisiones de CO2 procedentes de la producción eléctrica, la misma cifra que las de carbón, que han caído a la mitad respecto a 2015.
Las emisiones vinculadas al gas cayeron un 11 % el año pasado y las procedentes del petróleo, un 2 %, de acuerdo con este instituto con sede en Helsinki.
El CREA obtiene sus datos de organismos oficiales como la oficina de estadística comunitaria Eurostat, la Red Europea de Gestores de Sistemas de Transmisión de Gas y la Red Europea de Gestores de Sistemas de Transmisión de Electricidad.
“Más inversiones en infraestructura y tecnología para energía renovable, comprendiendo el viento, el sol, la energía hidráulica y otras fuentes de energía limpias ayudarán a lograr una reducción continua de las emisiones de CO2”, apunta el CREA.
Fuente: Futuro Sustentable